Los lobos son animales sociales que viven en manadas. Aullar les sirve como medio de comunicación y les ayuda a encontrarse en el bosque, unirse y coordinar sus acciones. Además, así es como los animales marcan su territorio, de modo que otros lobos, al reconocer las voces de los demás, entienden que no son bienvenidos aquí. El aullido del lobo es lo suficientemente fuerte como para oírse en un área de hasta 130 km², una forma muy eficaz de señalarse entre sí en matorrales densos o a grandes distancias.
A todo esto hay que añadir que los lobos son depredadores predominantemente nocturnos. Por eso no es raro ver la luna en el cielo cuando se reúnen para cazar y aullar juntos. Pero los animales emiten sus aullidos con la misma facilidad en una noche completamente oscura, o incluso de día. Y nuestro satélite no tiene absolutamente nada que ver.