Por lo tanto, tendrás entre dos sesiones tranquilas de carrera constante o una combinación de correr y caminar a una frecuencia cardiaca baja, y dos sesiones intensas de entrenamiento a intervalos alternando entre trabajo duro y periodos de actividad de recuperación. Por ejemplo, seis intervalos alternando tres minutos de carrera rápida y cinco minutos de carrera suave.
Si vas a desarrollar la resistencia mediante el ejercicio en casa, también puedes ajustar la intensidad en función de tu frecuencia cardiaca o de cómo te sientas.
Por ejemplo, para entrenamientos largos y relajados, elige ejercicios cardiovasculares ligeros y movimientos de peso corporal que mantengan tu frecuencia cardiaca por debajo de 130-140 pulsaciones por minuto y te permitan mantener una conversación sin jadear.
Para un ejercicio intenso, puedes utilizar circuitos de intervalos, en los que trabajas enérgicamente durante 30-40 segundos y descansas el resto del minuto, o hacer tantos circuitos como puedas en un tiempo determinado.