Extiende una toalla de rizo sobre una superficie horizontal, como una mesa o el suelo. Asegúrate de que no haya radiadores ni calefactores cerca. Coloca encima la prenda de lana y extiéndela uniformemente con las manos. Si después de lavarlo está un poco deformado, puedes estirarlo un poco en los lugares adecuados; por ejemplo, tira de las mangas del jersey, si te han quedado más cortas de lo necesario. Déjalo en posición horizontal hasta que se seque por completo.
Cómo planchar prendas de lana
No te apresures a dar la vuelta a la prenda: también debes plancharla por el revés. Lo mejor para las prendas de lana es un vaporizador, que alisa las arrugas con suavidad sin dañar las fibras. Dirige el vapor hacia el tejido a una distancia de 10-15 cm, sin tocarlo con el aparato. O utiliza una boquilla especial para lana, si tu vaporeta viene con una.
También puedes utilizar una plancha para planchar. Los más delicados con la tarea son los aparatos con revestimiento de teflón, pero el habitual servirá. En cualquier caso, asegúrate de que no tiene desperfectos ni suciedad, que pueden dejar borrones y manchas en las prendas de punto. Para planchar, elige un modo especial “lana” o ajusta la temperatura más baja. Si la plancha tiene función de vapor, es mejor alisar las arrugas con su ayuda. Dirige el vapor a los lugares adecuados sin tocar el tejido con la plancha.